Cada vez que nos sentimos estresados, volátiles o estamos escalando en una discusión, las hormonas del estrés que corren a través de nuestro cuerpo han acelerado nuestro sistema nervioso fuera de nuestra ‘ventana de tolerancia’, donde funcionamos de la mejor manera, no hiperexcitados o poco excitado. Y cada vez que nos cerramos y nos retiramos, desconectando y aislando por seguridad, nuestro sistema nervioso se ha contraído demasiado y no podemos comprometernos y reparar las relaciones.
En estos momentos, el contacto cariñoso es especialmente valioso ya que libera oxitocina, una de las herramientas más efectivas que tenemos para regular el nivel de excitación fisiológica de nuestro sistema nervioso. Dado que la oxitocina es también la base neuroquímica de la sensación sentida de seguridad y confianza, es la hormona de la reparación relacional. Es un antídoto instantáneo de la respuesta de lucha, huida y congelación ante cualquier amenaza o peligro percibido. Los niveles de la hormona del estrés se reducen, la presión arterial se reduce y nos volvemos menos reactivos emocionalmente.
Esta calma emocional puede facilitar una mayor flexibilidad y apertura, y restaurar un sentido de conexión que permite una mayor colaboración y creatividad. Y cuando nos sentimos seguros y relajados, podemos pensar con más claridad y ser más generosos y amorosos con todos los que nos rodean.
Así que la próxima vez que se sienta estresado e inestable, obtenga una hora de toque terapéutico experto en el Centro de terapia de masajes de Palo Alto para calmar su sistema nervioso y ayudarlo a estar más relajado, abierto y capaz de volver a la conexión amorosa.